En el marco del Día Nacional de los Monumentos, se realizó en el Club Español de Rosario las visitas guiadas por diferentes espacios del edificio.
Estas visitas estuvieron dirigidas por la Sra. Susana Valiente, Vice Presidenta e integrante de la Comisión de Cultura. También los centros españoles que en ella residen y las diferentes actividades que conforman la institución colmaron los diferentes espacios con música y bailes.
El edificio Sede del Club Español de Rosario está declarado de Interés Cultural y Patrimonial de la Ciudad de Rosario, Patrimonio Histórico y Cultural de la Provincia de Santa Fe y Monumento Histórico Nacional e Institución Benemérita.
Como una sola piedra horadada en medio de un contexto urbano de otro tiempo, la fachada del edificio de Rioja 1052 emerge de la raíz del siglo XX, plagada de esculturas, alto y bajorrelieves, balcones curvos que anteceden a magníficos ventanales y detalles en hierro forjado, entre otros elementos de una batería de ornamentos que traducen artística y artesanalmente la evocación de una idea esencial de España, según sus hijos trasatlánticos.
El diseño es de Francesc Roca i Simó, el arquitecto mallorquín introductor de modernismo catalán en Rosario, expresión de estilo conocida extensivamente en nuestro país como art nouveau. Este movimiento rupturista, que consagrara a la arquitectura y la decoración como obras de arte en sí mismas, le daría al proyectista la libertad para plasmar una de sus fachadas rosarinas más imponentes, a través de las figuras creadas por el escultor barcelonés.
Diego Masana, sobre un frente que en el primer piso se desdobla en tres grandes aberturas subrayadas por balcones curvos y, más atrás, los grandes ventanales de vitreaux del salón principal, autoría de la firma especializada de los también catalanes Buxadera y Fornells. Cuatro pilares de dimensiones colosales conforman el remate, donde se trepan al cielo dos majestuosos leones a los lados del escudo español.
Como una sola piedra horadada en medio de un contexto urbano de otro tiempo, la fachada del edificio de Rioja 1052 emerge de la raíz del siglo XX, plagada de esculturas, alto y bajorrelieves, balcones curvos que anteceden a magníficos ventanales y detalles en hierro forjado, entre otros elementos de una batería de ornamentos que traducen artística y artesanalmente la evocación de una idea esencial de España, según sus hijos trasatlánticos.
El diseño es de Francesc Roca i Simó, el arquitecto mallorquín introductor de modernismo catalán en Rosario, expresión de estilo conocida extensivamente en nuestro país como art nouveau. Este movimiento rupturista, que consagrara a la arquitectura y la decoración como obras de arte en sí mismas, le daría al proyectista la libertad para plasmar una de sus fachadas rosarinas más imponentes, a través de las figuras creadas por el escultor barcelonés Diego Masana, sobre un frente que en el primer piso se desdobla en tres grandes aberturas subrayadas por balcones curvos y, más atrás, los grandes ventanales de vitreaux del salón principal, autoría de la firma especializada de los también catalanes Buxadera y Fornells. Cuatro pilares de dimensiones colosales conforman el remate, donde se trepan al cielo dos majestuosos leones a los lados del escudo español.
Estas visitas estuvieron dirigidas por la Sra. Susana Valiente, Vice Presidenta e integrante de la Comisión de Cultura. También los centros españoles que en ella residen y las diferentes actividades que conforman la institución colmaron los diferentes espacios con música y bailes.